Escuela de espectadores Sénior: Eclipse
Mediación Nave 10 Matadero
El pasado 29 de octubre, en la Sala de Hormigón de Nave 10, los participantes de la Escuela de Espectadores Sénior se adentraron un paso más en el universo conceptual y performativo de Eclipse, la obra de Matías Umpierrez. Tras asistir al preestreno, la experiencia continuó durante toda la mañana con una actividad que expandía la pieza más allá del escenario, invitándoles a formar parte activa de esa comunidad global, anónima y diversa que la obra convoca.
En Eclipse, la máscara funciona como archivo, como prótesis identitaria y como herramienta para pensar la historia, el poder, el anonimato y la ficción. A partir de ese mismo dispositivo, el taller propuso a las y los participantes una misión compleja: convertirse en conferenciantes anónimos y otorgar sentido, relato y función a una máscara encontrada dentro de una caja, replicando así la lógica narrativa que articula la dramaturgia de la obra y formando parte de la sociedad secreta de enmascarados.
Acompañadas por alumnado de Humanidades de la Universidad Carlos III, tanto en el preestreno como en el posterior taller-coloquio, las y los sénior compartieron sensaciones, preguntas e impresiones surgidas del contacto con la pieza. Las performances creadas respondían a interrogantes fundamentales que atraviesan Eclipse: ¿quién creó esta máscara y con qué intención?, ¿qué recorrido histórico o imaginario la trajo hasta aquí?, ¿a qué comunidad —real, ficticia o secreta— pertenece?, ¿qué identidad permite activar u ocultar?
Las escenas performáticas resultantes dieron lugar a una dramaturgia colectiva, donde cada máscara se convirtió en portavoz de un relato posible, ampliando el juego entre documento y ficción que propone la obra. Como cierre de la experiencia, fueron las propias y los propios participantes quienes sorprendieron a Matías Umpierrez al recibirle enmascarados, invirtiendo los roles habituales entre creador y espectadores.
Tras la sorpresa inicial, se abrió un espacio de diálogo con Umpierrez en torno a la dramaturgia de Eclipse, la potencia política y poética del anonimato, y el papel del espectador como sujeto activo. Un encuentro que confirmó que, en Eclipse, la máscara no oculta: revela; y que el teatro puede ser también un espacio para ensayar otras identidades posibles.